La obra trata de una pantalla esférica que contiene un video que se reproduce en loop y que muestra un plano cenital del enfrentamiento entre manifestantes y las fuerzas de orden policial que tuvo fecha la noche del 9 de Noviembre del 2019 en la denominada zona cero en Santiago de Chile.
La recopilación de este archivo audiovisual ha constituido una base de trabajo que no sólo se ha expresado en esta obra, sino en otras que dan cuenta de los conflictos políticos y del malestar social de nuestro país a partir del uso de la cámara como un dispositivo de registro, y del posicionamiento cenital que entregó convivir justamente en ese territorio en disputa.
En este trabajo, la lectura de este material está dada por las características técnicas de su medio de reproducción, la pantalla esférica. Ésta se constituye de módulos LED, que permiten la conformación de la imagen. Cada módulo está compuesto por una serie de puntos lumínicos que podrían equivaler, en términos del lenguaje digital, a una serie de píxeles. Por lo tanto, lo que vemos de la obra, depende de la lejanía o cercanía, del punto de vista, de la posición del espectador. Mientras más lejos nos posicionamos, aparece la imagen, mientras más cerca, su materialidad. En este sentido, la obra le exige al visitante desplazarse y recorrer.
La carga ideológica de esta pantalla, utilizada generalmente para fines de entretenimiento y publicitarios, está puesta en tensión con el mismo contenido que ésta proyecta.
En términos formales la esfera también está pensada como un punto. Dentro de cualquier plano en que se la ponga, se podrán alzar las paralelas que forman una perspectiva clásica. En este sentido el punto de fuga, varía requiriendo una toma de posición, un fijamiento de la mirada.
Conceptualmente, El punto de fuga acá no sólo se le atribuye a la elevación de volúmenes en un plano, sino que, además, contiene una ambivalencia que le permite pensar las imágenes que la esfera reproduce, justamente como algo incontenible. El estallido social en chile, no fue algo que no se pudo contener, más bien se escapó y fluyó incontrolable, estableciendo parámetros propios, referencias própias, lugares propios. Se escapó de la mirada poco atenta, no se puedó ni se ha podido medir, ni demensionar completamente ya que fue y sigue siendo un movimiento constante.
Punto de Fuga I - Videoesferas en el Centro Cultural Palacio La Moneda en el contexto del Premio STGO ARTE JOVEN 2023